

El cuidado adecuado para cada tipo de piel

Tipo 1: piel mixta
Tipo 2: piel grasa
Tu rostro tiene brillos, un color ligeramente pálido y los poros están abiertos. El acné y los puntos negros aparecen por toda tu frente, nariz, barbilla y mejillas, además de por la espalda y el escote. Las impurezas se deben a un exceso en la producción de sebo. Estos problemas en la piel son consecuencia de los cambios hormonales que ocurren durante la pubertad.
Un consejo: ¡nunca te aprietes los granos! Si lo haces solo conseguirás que se inflamen y dejarás pequeñas cicatrices en la piel. Utiliza productos específicos para la piel con impurezas con fórmulas no-comedogénicas (que no ocasionan puntos negros) y propiedades antibacterianas, como por ejemplo todos los de la gama para pieles con impurezas de NIVEA. Puedes estar segura de que estos productos no obstruyen los poros de tu rostro. Y, lo que es más, te ayudarán a disimular las pequeñas impurezas cubriendo la piel con una ligera capa mate.
Tipo 3: piel sensible
Se trata de una piel suave y delicada, de poros cerrados y especialmente sensible a las condiciones ambientales y al estrés. Esta piel tiende a reaccionar con rojeces, sensación de tirantez o incluso con reacciones alérgicas. A menudo aparecen también escamas. En cambio, las impurezas como los granos no son muy frecuentes.
Un consejo: es imprescindible mantener la piel bien hidratada. En este tipo de piel las glándulas sebáceas no logran crear una óptima barrera de protección natural de agentes hidratantes y aceites naturales. Utiliza productos para pieles sensibles sin aditivos como perfumes, como por ejemplo NIVEA Mild Sensitive Day Care.
Tipo 4: piel normal

Cuidados básicos para la piel joven

Paso 1: Limpia en profundidad tu rostro
Limpia diariamente tu rostro con un gel limpiador antibacteriano como Anti-Blemish Daily Scrub o Anti-Blemish 3in1 Cleanser de NIVEA. Estos geles eliminan el exceso de sebo y las células muertas de la piel a la vez que previenen el crecimiento de bacterias.
Para chicas: es imprescindible que retiréis bien todo el maquillaje antes de acostaros.
Los In-Shower Make-up Removers son perfectos para ello.

Paso 2: Limpia tu piel con un tónico facial

Paso 3: Cuidado de la piel

Paso 4: Cuidados especiales para la piel
5 consejos para conseguir una piel libre de impurezas
- Limpia tu rostro de forma regular por las mañanas y por las noches. Durante el día puedes retirar el exceso de grasa con una toallita facial. De esta forma evitarás irritar la piel.
- No te limpies la cara con agua caliente. El calor estimula las glándulas sebáceas y segregarán más grasa.
- Si tienes impurezas, no hagas experimentos con la pasta de dientes y utiliza productos específicos como Anti-Blemish 3in1 Cleanser de NIVEA, que se pueden aplicar también en puntos concretos.
- No te toques la cara. Así solo consigues irritar constantemente la piel y transmitir bacterias al cutis.
- Haz ejercicio al aire libre. De este modo mejoras la circulación sanguínea en la piel aportando frescura a tu rostro.

Pon cuidado en el tratamiento de los granos

3, 2, 1, ya: ¡empieza bien el día!

¡Qué calor!
Muy importante: lávate todos los días. También sudamos por las noches así que lo mejor es una ducha rápida por las mañanas. Usa desodorante para asegurarte de que hueles bien todo el día. Así eliminarás la bacteria que está detrás del olor del sudor. Lo mejor es que elijas un desodorante que se adapte bien a tu modo de vida y a tus necesidades como Pure & Natural Action Spray de NIVEA, un producto libre de aluminio que te protege de forma efectiva hasta 48 horas.